martes, 11 de febrero de 2014

21.34

Hoy trabajamos juntos, comemos juntos y creamos rincones invisibles para decirnos que nos amamos con besos rápidos y furtivos. Hoy nos reencontramos.Ayer nos alejamos y lloramos. Hoy volví a sentir que mi vida está completamente destinada a tu lado. Eso me hace muy feliz.

No me siento del todo mal, pero me molesta no tener nada más que hacer, aquí, en internet. Siento que pierdo tiempo que podría utilizar de otra forma. Me enrabia hasta hoy, ver que las vidas pueden ser tan diferentes.

Quiero recostarme en el pasto y mirar el cielo eternamente. Quiero despedirme de todo ese peso que aún camina conmigo, quiero darle un beso de despedida, tomar su mano y olvidarlo, lanzarlo a un abismo que sea irrompible e invisible. Yo quiero ser invisible. Quiero de dejar de sentir una opresión en el pecho cuando leo algo que no me gusta, que me causa cosquillas y molestias. A pesar de los años niña, todavía no creces como debieras, osea, sigues escribiendo aquí tus frustraciones y tus enredos que TÚ misma te creas. Aún peleas con alguien o ese algo imaginario que, apesar del tiempo, aún te sigue y te ofuzca. Te molesta, lo odias y lo silencias con él. Él. Imaginario y perfecto, tan real como el aire que respiro en este instante. ¿Escribirías públicamente tu irrelevante historia? No, sólo quiero escuchar el murmullo de la nada. Quiero, quiero, sólo quiero ser yo, sin envidiar nada.

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